En defensa de las pensiones
Esta iniciativa social está recogiendo firmas en toda España para enviar más de 500.000 al Congreso de los Diputados con el fin de que se pueda debatir una propuesta de un referéndum nacional en el cual se pueda votar una propuesta de defensa de las pensiones presentes y futuras.
Se pretende aprobar un artículo que conste en la Constitución Española, que imponga una actualización automática de las pensiones cada año y no puedan rebajarse ni congelarse por ningún gobierno.
Comipyme está apoyando y participando activamente en el desarrollo de esta iniciativa popular. Ya ha sido enviada una primera remesa de 230.000 firmas.
“El alargamiento de la esperanza de vida [de los pensionistas] es un grave riesgo financiero" (Asamblea anual del FMI, Washington, marzo de 2012)
I. El gobierno dice que ha aumentado las pensiones todo lo que le permite la crisis. Es mentira. Lo que ha hecho es aplicar un nuevo recorte. Y con él, los pensionistas han perdido ya entre un 20 y un 35% de su poder adquisitivo.
El recorte de las pensiones aprobado por el gobierno, al no revalorizarlas, se suma a anteriores recortes de todo tipo (congelación, copagos farmacéuticos, subidas del IVA e IRPF,...) que han provocado una pérdida del poder adquisitivo de entre el 20 y el 35%. La mitad de las pensiones no permiten ni llegar a fin de mes, con dos millones de pensionistas viviendo ya por debajo del umbral de la pobreza.
Y esto es sólo el principio. Berlín ya ha fijado con claridad sus exigencias al gobierno de Rajoy: empezaron con la eliminación de las prejubilaciones anticipadas, ahora quieren la aplicación inmediata de la jubilación a los 67 años, como paso previo a una nueva elevación de la edad obligatoria y ampliación a toda la vida laboral para calcular la cuantía de la pensión.
El gobierno ya ha formado una Comisión de "expertos” para que presente una propuesta sobre lo que llaman la "sostenibilidad" del sistema público de pensiones. Por lo que vamos conociendo, quieren establecer un nuevo cálculo para cobrar la pensión que dividiría lo cotizado durante toda la vida, entre los años de vida que le queden a cada pensionista, según la esperanza media de vida de su generación. Es decir, una nueva rebaja que golpeará de forma especial a las mujeres. Y pretenden también aplicar la "desindexación" de las pensiones, es decir, que a partir de este año ya no suban automáticamente según lo que ha subido el coste de la vida.
Su objetivo es rebajar las pensiones públicas entre un 30 y un 40%, de forma que, ante la insuficiencia de la pensión pública que nos quedará mañana, tengamos que entregar hoy una parte de nuestro salario al gigantesco negocio de los fondos privados de pensiones que manejan unos cuantos megabancos del mundo. Y para ello han puesto a funcionar a pleno rendimiento su maquinaria propagandística. Televisiones, radios, periódicos,... amenazan con la quiebra del sistema público de pensiones en un futuro inmediato. Una afirmación totalmente falsa. Cada uno de los argumentos que dan es una mentira que esconde una monumental estafa, un auténtico saqueo, un inmenso robo al conjunto de la población.
NUEVA REBAJA REAL DE LAS PENSIONES RECORTES DIRECTOS dos años perdiendo poder adquisitivo
Sólo contando las rebajas directas por congelación, no revalorización, copago, o subidas de impuestos, cada pensionista ha visto reducida su pensión en estos dos últimos años, como media, en 1.116 euros. Pero a esto, además, hay que sumarle la subida real (no la oficial) del coste de la vida: cesta de la compra, luz, gas, agua, transporte,... que constituyen la mayor parte del gasto de pensionistas. Un reciente estudio elaborado por el Imserso y la Unión Democrática de Pensionistas, concluye que la renta de quien percibe una pensión se ha reducido, desde que estalló, la crisis entre un 20 y un 35%.
II. Dicen que la sostenibilidad del sistema público de pensiones está en peligro si no se recortan todavía más. Pero el fondo de reserva de las pensiones tiene un superávit de más de 64.000 millones. Entonces, ¿cómo dicen que está en peligro de quiebra?
El sistema público de pensiones disfruta de una salud robusta. A diferencia de lo que ocurre en otros países, el nuestro es un sistema de reparto y solidaridad entre generaciones. El dinero de la Seguridad Social (115.000 millones de euros cada año) y de la hucha de las pensiones (65.000 millones) es nuestro, y no suyo.
Este sistema está basado en que cada generación cotiza para que la anterior pueda cobrar la pensión, y no sólo permite pagar las pensiones, sino que además genera cada año un superávit que se acumula en el fondo de reserva de la Seguridad Social, la llamada "hucha de las pensiones".
Este superávit está hoy por encima de 60.000 millones de euros. Francia, por ejemplo, ni siquiera dispone de un fondo así y debe recurrir a los impuestos para pagar a sus pensionistas.
Desde que estalló la crisis, tanto en 2009 como en 2010 y 2011, el superávit de la hucha de las pensiones subió en más de 15.000 millones de euros. Y si no subió más es porque el gobierno de Zapatero decidió, en 2009 y 2010, no ingresar 14.000 millones del superávit en la hucha y en 2011 regaló 8.000 millones en rebajas de cotizaciones sociales a las empresas con la promesa de que las devolverán en el futuro... sin contar, además, los miles de millones que gobiernos anteriores se han gastado y que el Estado le debe a la hucha de las pensiones.
Si incluso con 4, 5 y 6 millones en el paro el sistema público de pensiones es sostenible, ¿dónde está entonces la amenaza de quiebra?
III. Dicen que el envejecimiento de la población en los próximos 50 años obliga a recortar las pensiones para hacerlas sostenibles. No es verdad. Invertir en la economía productiva y su modernización, en crear riqueza y empleo, es lo que las hace sostenibles.
Dicen que la rebaja es necesaria porque al haber cada vez más mayores y menos jóvenes, no habrá suficiente gente menor de 65 años para sostener las pensiones. Esta es una doble mentira.
Primero porque el problema no está en la edad, sino en cuanta población activa, que quiere y puede trabajar hay. Mientras en los países nórdicos tres de cada cuatro personas entre 16 y 65 años es activa, en España son sólo dos de cada cuatro. Lo que necesitamos es desarrollar la economía productiva, lo que permitirá acabar con el paro y que más gente se incorpore al mercado laboral, trabaje y cotice a la Seguridad Social.
En segundo lugar, la sostenibilidad del sistema de pensiones públicas depende de la capacidad de creación de riqueza del país y de la productividad. Decir que en 40 o 50 años no se sostendrá el sistema de pensiones porque se habrá reducido el número de cotizantes que han de mantener a cada pensionista, es igual de absurdo que haber pronosticado en 1950 que en el siglo XXI habría grandes hambrunas porque la fuerza de trabajo dedicada a la agricultura se iba a reducir de cinco millones a sólo un millón. La trampa reside en que, debido a la mecanización y modernización del campo y el aumento de la productividad, ese millón produce, en 2012, veinte veces más alimentos que los cinco millones de hace medio siglo.
Lo mismo pasa en cualquier otra empresa. Hace 30 años, las cotizaciones eran de 60 euros mensuales a la Seguridad Social. Hoy se pagan 350, casi 6 veces más. Y es posible hacerlo porque la modernización, la productividad y la capacidad de crear riqueza de la economía se ha multiplicado. Lo mismo ocurrirá en el futuro.
¿Alguien cree que la productividad y la capacidad de crear nueva riqueza será la misma hoy que dentro de 40 años? ¿Por qué no hacen esas cuentas?
VI. Dicen que el incremento del gasto en pensiones provocará un aumento del déficit público. No es verdad. Las pensiones no provocan ningún déficit público porque lo que pasa es que las pensiones reciben cada vez menos en relación a la riqueza que se crea.
España es, entre los 5 mayores países de la UE, el que dedica menos porcentaje del PIB a pensiones.
Y además, ese porcentaje no ha hecho más que reducirse en los últimos quince años.
Desde 1995, el PIB español se ha multiplicado por 2,3. Sin embargo, el porcentaje del PIB dedicado a pensiones se ha reducido en una quinta parte. Se ha creado más riqueza, pero las pensiones se llevan una parte cada vez menor de ella.
La diferencia entre lo que gasta el Estado francés, el alemán o el italiano en sus pensionistas y lo que gasta el español es abrumadora, alrededor de 4 puntos de diferencia. Y cada punto supone más de 10.000 millones de euros. Si dedicáramos a las pensiones el mismo porcentaje del PIB que Francia, Alemania o Italia, las pensiones tendrían una subida inmediata de más de 500 euros al mes de media. Lo que hay que preguntarse, por tanto, es dónde está todo ese dinero que falta. Quién se lleva esa diferencia de tantos miles de millones de euros que en otros países europeos SÍ se dedican a las pensiones, pero aquí NO.
La pensión media en España es casi un 40% inferior a la media de la Unión Europea a 15, el grupo de países europeos con un nivel de riqueza (PIB per cápita) equiparable al nuestro. El importe de una pensión en Austria o Italia es prácticamente el doble que en España. Como media, los países de la UE- 15 dedican un 12% del PIB a pagar pensiones. España dedica un 8%. Son 4 puntos de diferencia. Y cada punto equivale a 10.000 millones de euros. Son, por tanto, 40.000 millones de euros que, de acuerdo a nuestro nivel de riqueza, se deberían dedicar cada año a las pensiones. Pero no se hace. ¿A dónde va todo ese dinero que falta, quién se lo está quedando? A eso es a lo que tienen que contestar gobierno y medios de comunicación, en lugar de intoxicarnos con mentiras para que traguemos con los recortes y rebajas.
V. Dicen que hay que reajustar el sistema público de pensiones para adecuarlo a las nuevas realidades económicas. Pero lo que buscan en realidad es explotar el negocio de las pensiones privadas.
Desde 1995, los fondos privados de pensiones han triplicado la cantidad de dinero que manejan en el conjunto del planeta. Estamos hablando de un negocio que, controlado y manejado por la gran banca mundial, mueve 12,7 billones de euros en el mundo.
Lo que persiguen los grandes bancos extranjeros y españoles es explotar concienzudamente este negocio, que está paralizado justamente por la salud del sistema público de pensiones. Deteriorarlo mediante rebajas y recortes es la vía directa para su privatización. Eso es lo que están haciendo.
Recortar las pensiones, elevar la edad de jubilación, o aumentar el número de años para calcular su cuantía sirve para que cualquier persona que prevea que en su vejez le va a quedar una pensión pública insuficiente o miserable, dedique en el presente una parte de su salario para pagarse un fondo privado. Cuanto menores sean nuestras pensiones públicas, una mayor parte de nuestros salarios, rentas y ahorros dejarán de ser para nuestro consumo personal y se convertirán en capital en manos de los grandes bancos y aseguradoras para aumentar su riqueza.
VI. Dicen que hay que hay que recortar las pensiones porque no hay dinero. Pero desde que estalló la crisis, el Estado ha inyectado más de 200.000 millones de euros de dinero público a la banca.
Casi tres de cada cuatro pensionistas tienen pensiones por debajo de los mil euros. Y más de la mitad, cinco millones, cobra pensiones inferiores a 600 euros al mes.
Y dicen que hay que bajarlas todavía más porque no hay dinero. Pero mientras tanto, vemos como ejecutivos de la banca y los grandes monopolios españoles se autoconceden y acumulan fondos privados de pensiones por valor de decenas de millones de euros.
El actual presidente de Bankia se jubiló del BBVA con 50 años, recibiendo una jubilación de 55 millones de euros. Millones de personas hemos de cobrar pensiones de miseria para que una minoría pueda forrarse con pensiones de escándalo. También hemos visto cómo el segundo de Banco Santander, Alfredo Sáenz, ha dejado su cargo con una pensión de 80 millones de euros.
Con el pensionazo de Rajoy el Estado se ahorró 3.000 millones de euros. Al día siguiente su gobierno aprobó inyectar casi el doble de esa cantidad (5.500 millones) de dinero público al Banco de Valencia, y regalárselo a continuación a La Caixa por un euro. Hay que quitar dinero a las pensiones para fiárselo a los bancos.
En 2011, la mayoría del Congreso de los Diputados aprobó la reforma de las pensiones del gobierno Zapatero para recortarlas. Un año antes, esa misma mayoría había aprobado que, a sus señorías, les bastará con 7 años de cotización para cobrar una pensión de más de 1.500 euros mensuales.
¿Hay dinero para bancos, monopolios y la clase política, pero no para las pensiones?
VII. Dicen que reformar el sistema de pensiones es una cuestión técnica, de expertos. No es verdad. Es una cuestión en la que está en juego nuestro futuro, y por eso tenemos el derecho a decidir. Y no que Botín y el gobierno, el FMI y Berlín lo hagan en nuestro nombre.
En agosto de 2011 Zapatero y Rajoy reformaron la Constitución -en apenas quince días y por mandato expreso de Merkel- para introducir una cláusula que garantiza que los bancos extranjeros y nacionales cobraran la deuda pública por encima de cualquier otra cosa.
Si ellos cambiaron la Constitución para imponernos que cobre antes un banquero alemán que un pensionista español... ahora nosotros exigimos una reforma constitucional que garantice, más allá de las decisiones de cualquier gobierno, el futuro del sistema público de pensiones. Y que prohíba explícitamente, a este gobierno o a cualquier otro en el futuro, tocar las pensiones, ni recortarlas ni privatizarlas.
Que las pensiones no se tocan es un consenso básico en el que estamos de acuerdo el 90% de la población, a derecha e izquierda. Zapatero y Rajoy tuvieron que reformar la Constitución en pleno verano, a espaldas de pueblo y con nocturnidad y alevosía porque su único objetivo era proteger los intereses de los bancos.
Nosotros proponemos un referéndum donde, democráticamente y por encima de cualquier presión externa, la sociedad podamos pronunciarnos. Porque está en juego no sólo nuestro presente y futuro, sino el de las próximas generaciones.
¡Las pensiones no se tocan!
Las Pensiones a la Constitución. ¡Referéndum ya!